Las instalaciones y los reactores de la central nuclear japonesa de Fukushima dejaron de estar asegurados en agosto de 2010, aunque el seguro cubre los daños causados a terceros, indicó el lunes a la AFP una fuente cercana al caso.
La compañía japonesa de electricidad Tokyo Electric Power (TEPCO), proprietaria y operadora de la central, decidió no renovar la póliza de seguro para eventuales daños en las instalaciones ya que consideraba que el precio era demasiado alto, precisó esta fuente.
La compañía japonesa de electricidad Tokyo Electric Power (TEPCO), proprietaria y operadora de la central, decidió no renovar la póliza de seguro para eventuales daños en las instalaciones ya que consideraba que el precio era demasiado alto, precisó esta fuente.
Los operadores de los reactores no están obligados a asegurar los daños que un accidente nuclear podría ocasionar en las propias instalaciones.
En cambio, la ley les obliga a suscribir un seguro que cubre los daños que un accidente podría causar a terceros. En el caso de Fukushima, como para cualquier instalación nuclear, la ley japonesa fija un techo de indemnización en 120.000 millones de yenes, unos 1.040 millones de euros.
Pero los aseguradores excluyen a menudo las catástrofes naturales mayores, como un sismo o un tsunami, de la cobertura.
Por otro lado, la convención de París sobre responsabilidad de la empresa operadora nuclear la exonera de la indemnización en caso de “cataclismo natural con carácter excepcional”.
La ley japonesa adopta los grandes principios de la convención de París.
Concretamente, en casos parecidos, es a menudo el Estado el que asume la indemnización.
En cambio, la ley les obliga a suscribir un seguro que cubre los daños que un accidente podría causar a terceros. En el caso de Fukushima, como para cualquier instalación nuclear, la ley japonesa fija un techo de indemnización en 120.000 millones de yenes, unos 1.040 millones de euros.
Pero los aseguradores excluyen a menudo las catástrofes naturales mayores, como un sismo o un tsunami, de la cobertura.
Por otro lado, la convención de París sobre responsabilidad de la empresa operadora nuclear la exonera de la indemnización en caso de “cataclismo natural con carácter excepcional”.
La ley japonesa adopta los grandes principios de la convención de París.
Concretamente, en casos parecidos, es a menudo el Estado el que asume la indemnización.
En cuatro de los seis reactores de la central de Fukushima Daiichi (N°1), el sistema de enfriamiento fue dañado por el sismo y por el tsunami el 11 de marzo y presenta riesgos de fugas radiactivas importantes en la atmósfera.
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