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1 de febrero de 2011

Columa de Patricia Poleo: LA EXPLOSIÓN DE LOS DEPÓSITOS DE CAVIM EN MARACAY PODRÍA SERVIR AL RÉGIMEN PARA RESOLVER VARIOS ASUNTOS DE SU INTERÉS.

La explosión ocurrida el domingo en la madrugada en la sede de Cavim en Maracay, dará al Régimen de Hugo Chávez margen para incriminar a opositores en los hechos, y también para hacer imposible una auditoría de armas y municiones adquiridas por el actual Gobierno.

Después de lo ocurrido el domingo en la madrugada en la sede de Cavim en Aragua, sería imposible por ejemplo realizar una auditoría de armas y municiones que hubiese arrojado entre otras cosas, cuántas armas y municiones ha adquirido el Estado venezolano en los últimos doce años de Gobierno, y cuántas realmente entraron en el inventario de Cavim y no se desviaron hacia grupos irregulares, colectivos, etc.

Un dato que podría parecer casualidad es que los hechos ocurren en gestión del general mayor Cliver Alcalá Cordones, quien desde julio del 2010, es el Comandante de la Cuarta División Blindada, con sede en Maracay. Se trata del mismo oficial de cuyo comando fueron sustraídos 140000 cartuchos blindados para AK- 47 y que según informaciones recabadas en las computadoras del jefe guerrillero colombiano Raúl Reyes, tuvieron como destino la FARC.

En los sucesos ocurridos en Cavim hay detalles que asemejan éste caso con el del atentado en el que murió el fiscal Danilo Anderson el 18 de noviembre del 2004.

En los hechos relacionados con Anderson, hay testigos que aseguran que un perímetro importante de donde ocurrieron los hechos en Los Chaguaramos, fue desalojado por funcionarios de la Disip, que incluso ordenaron a varios comercios ubicados en el lugar, que cerraran sus puertas, razón por la cual a pesar de la dimensión de la explosión, la única víctima fue el Fiscal Anderson, pues curiosamente sus escoltas tampoco lo acompañaban ese día.

En el caso de Cavim, llama la atención que los depósitos y polvorines de munición normalmente tienen a un soldado de guardia en la puerta a menos de 10 metros. Por ser estos depósitos de Cavim en Maracay la reserva de municiones y explosivos más importante y estratégica de la FAN, deberían tener de guardia permanente como mínimo dos soldados por cada polvorín o depósito y un sistema de video de seguridad cuya grabación debe ser a prueba de explosiones.

Si esto, que es una norma de seguridad, se hubiera cumplido la madrugada del domingo, la explosión hubiera resultado en una tragedia de grandes dimensiones, con al menos 15 personas muertas. En todo caso el video de seguridad debería mostrar alguna alteración o diferencia de condición del área como lo establecen las normas ISO, que contiene estándares internacionales de procedimientos, procesos y actuaciones. Si una empresa posee esta certificación (y CAVIM la tiene) cumple con todos los estándares para la excelencia. El estudio de seguridad de un polvorín determina: La fuerza humana necesaria para su resguardo o el sistema de vigilancia (video, electrónica, sensores de movimiento, tipos de cerca protectoras, candados de seguridad, etc).

Si CAVIM llenaba el primer requisito, debieron tener una fuerza de no menos de un equipo de seguridad humano (2 a 3 hombres armados y equipados) por depósito. Si explotaron 4 depósitos al multiplicarlo por 3 hombres, el resultado sería 12 hombres muertos, más la onda expansiva que hubiera afectado al sistema de ronda nocturna que son tres guardias que pasan revista a los equipos de seguridad cada dos horas lo que daría un total de 15 personas fallecidas o gravemente heridas.

Pero si en lugar del equipo humano Cavim sólo cuenta con el sistema de grabación, los registros de todo lo ocurrido va a una base de datos del servidor que graba todos los eventos y determina los hechos que pudieron influir en la explosión.

Si no hay víctimas fatales entre los efectivos militares, es que intencionalmente no había nadie prestando guardia o lo que allí estaba depositado era inservible y no merecía custodia, lo cual quedó demostrado que no es cierto pues el resultado estuvo a la vista.

Si existe el video, que en ausencia del personal debería existir, los registros deberían mostrar 48 horas de grabación poniendo en evidencia los factores que conllevaron a la tragedia.

Si en la Cuarta República existía la modalidad de quemar oficinas para extraviar expedientes, en tiempos de Revolución se queman polvorines para cubrir el extravío de armas y municiones…

Los hechos ocurridos en Cavim además dejan el camino libre y justificarán la compra de armamento ruso o nuevas adquisiciones, lo cual ante la crisis económica de Venezuela, constituyen una gran irresponsabilidad.

Como en el Caso Anderson, las palabras del presidente Hugo Chávez al visitar las instalaciones destruídas de CAVIM el domingo, cuando dijo: “Ese incendio es extraño”, no sería descabellado que la tragedia en la que murió una mujer inocente madre de tres hijos, sea utilizada para incriminar a opositores del Régimen.

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