Petrobras esperará hasta agosto por las garantías que PDVSA tiene que presentar para asumir el financiamiento de 40% de la una refinería conjunta en el nordeste de Brasil, y si el plazo no se cumple financiará la obra sola, manifestó a la prensa un alto ejecutivo de la estatal brasileña.
"A partir de septiembre, los socios tienen que hacer aportes para dar continuidad al emprendimiento. Si ellos (PDVSA) no cerraran en agosto (las garantías para obtener su parte del financiamiento), tendremos que hacer los aportes solos", dijo el director de Abastecimiento y Refinado de Petrobras, Paulo Roberto Costa, al diario Estado de Sao Paulo de este domingo.
Según el ejecutivo, casi 10.000 millones de reales (6.000 millones de dólares al cambio actual) que la firma brasileña obtuvo del banco de fomento nacional BNDES en 2009 se habrán terminado en agosto, y los socios deberían utilizar sus propios recursos.
A inicios de febrero, Venezuela indicó que confiaba en cumplir "en marzo o abril" todos los requisitos necesarios para su participación en la financiación del proyecto de refinería de Abreu y Lima.
"Seguimos avanzando en los trámites para nuestra incorporación" a la refinería y "tenemos una estrecha comunicación con Petrobras", aseguró entonces el ministro de Energía, Rafael Ramírez, en un encuentro con periodistas.
"Hemos constituido un pool de bancos para cumplir con las garantías exigidas. Son temas financieros y esperamos estar para marzo o abril en disposición para cumplir con los requisitos para asumir el 40% del préstamo del BNDES y dar nuestro aporte de capital, que son 480 millones de dólares este año", agregó.
La aprobación del financiamiento venezolano corre precisamente por cuenta del BNDES brasileño.
Venezuela debe suministrar 40% del monto de la inversión prevista para el proyecto en el Estado de Pernambuco (noreste), mientras que la estatal brasileña aportaría el 60%. El costo previsto en 2007 para este proyecto fue de 4.000 millones de dólares, precio que según fuentes brasileñas aumentó considerablemente desde entonces.
La planta permitiría el procesamiento de unos 200.000 barriles de petróleo diarios de campos brasileños y venezolanos, según cifras oficiales.
Para Petrobras la asociación con la gigante venezolana PDVSA es estratégica porque como contrapartida podría participar de la explotación de pozos de la rica Faja del Orinoco venezolana.
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