El reactor número 2 de la central nuclear de Fukushima en Japón volvió hoy a ser inestable pese a la inyección de agua salada en su contenedor secundario para intentar enfriar el núcleo e impedir una fusión que emita radiactividad.
Según el portavoz del Gobierno, Yukio Edano, el reactor “todavía no está estabilizado”, pero no se ha producido un aumento drástico de la ionización.
La empresa operadora de la planta, Tokyo Electric Power (TEPCO), asegura que durante la madrugada se redujo la presión dentro de la carcasa que protege al núcleo y espera que haya subido el nivel del agua después de que las barras de combustible quedaran parcialmente descubiertas ayer.
Si el núcleo comienza a fundirse, provocará una situación de emergencia por fuga de radiación al exterior.
El reactor número 2 de Fukushima sufrió ayer un fallo en una de sus diez válvulas que afectó al sistema de refrigeración, algo similar a lo ocurrido antes de que explotaran los reactores 1 y 3 de la misma central después del terremoto de 9 grados de magnitud del viernes.
TEPCO señaló que la radiación emitida anoche llegó a 3.310 microsieverts, seis veces por encima del nivel legal permitido.
Los operarios de la planta intentan ahora abrir más válvulas con la esperanza de que por una de ellas puedan introducir de nuevo agua salada para refrigerar las varas de combustible y mantener estable el núcleo del reactor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario