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| Patricia Poleo - Periodista |
La historia de cómo llegó Francisco Illaramendi a ponerle la mano al dinero de Fondo de Pensiones de los trabajadores de PDVSA.
La noticia de que Francisco Illaramendi, el funcionario que invirtió de manera fraudulenta el dinero del Fondo de Pensiones los empleados de PDVSA, se declaró culpable de ese delito en la corte estadounidense, ha puesto a los trabajadores de la industria petrolera frente a la realidad de que las irregularidades cometidas en PDVSA le tocan ahora su propio bolsillo.
La historia de Illaramendi
Desde el año 2006, ésta columnista ha venido investigando sobre el manejo financiero general en PDVSA.
En enero del año 2003, PDVSA contrató al economista Acacio Rodríguez para que se trasladara a Houston, Texas con la misión de revitalizar y reestructurar PDVSA Services, empresa desde la cual operaban dos unidades de negocios, Trading y Procura. La misión a cargo de Rodríguez se cumplió y se optimizaron las operaciones y finanzas de PDVSA Houston, incluyendo el pago de deudas a proveedores internacionales a quienes se les debía alrededor de 650 millones de dólares a raíz de la huelga petrolera y la paralización de actividades.
Durante esa gestión, se impidió que se materializaran varias demandas contra PDVSA por parte de suplidores internacionales, luego de una intensa agenda de trabajo con cada uno de los acreedores, para trazar un esquema de pago rápido y efectivo, lo cual fue cumplido a cabalidad. Felizmente, PDVSA no fue demandada por incumplimiento de pagos durante la gestión encabezada por Acacio Rodríguez en el 2003 en Houston, a quien se le pidió entonces ir a Caracas para asesorar a la Dirección de Finanzas de PDVSA, especialmente, los Fondos de Pensión que, para ese entonces ascendía a casi 3 mil millones de dólares, de los cuales no se conocía su paradero. (Hoy en día cursan varias demandas en cortes norteamericanas por deudas que PDVSA se niega a pagar).
En PDVSA La Campiña, la Dirección de Finanzas no tenía conocimiento cierto sobre el manejo y los resultados del portafolio de los fondos de pensión de empleados y jubilados de PDVSA, y le encargaron a Rodríguez la tarea de sanearlo.
Esta nueva misión implicó un intenso análisis, búsqueda y contactos, principalmente, en la ciudad de Nueva York, centro financiero del mundo. Se logró entonces no sólo ubicar y concentrar los fondos de inversión, sino que se elaboró una propuesta estratégica para su manejo, supervisión, control y evaluación, lo cual se tradujo en un Procedimiento Interno para el manejo de los Fondos de Pensión de PDVSA.
La estrategia consistió, fundamentalmente, en diversificar los fondos en varias entidades financieras de prestigio y reputación internacional en el manejo de fondos de pensión (previo riguroso análisis y evaluación), así como en establecer una clara, transparente y mandatoria política para el manejo de dichos fondos, a objeto de incrementar su rendimiento efectivo y disminuir los riesgos a su mínima expresión. Esto con la finalidad de que jamás pudiera ocurrir lo que terminó pasando con los Fondos de Pensión en manos de Francisco Illaramendi.
Efectivamente, la nueva estrategia para el manejo de los Fondos de Pensión implicaba mínimo nivel de riesgo del capital de inversión; horizonte de largo plazo para mejorar su rendimiento; estricta supervisión, evaluación y control.
El manejo de esos fondos era tan estricto, que mientras estuvo éste equipo frente al manejo del Fondo de Pensiones, se estableció que las entidades financieras internacionales a quienes les fueron otorgados los fondos, estaban en la obligación no sólo de pedir autorización previa a Caracas para la inversión de los fondos, sino que debían ir bimensualmente a Caracas para rendir cuentas ante un comité de finanzas que presidían el Director de Finanzas y el Tesorero de PDVSA en aquel entonces, quien hoy es Ministro de Banca Pública, Humberto Ortega Díaz.
Ese comité recibía la información detallada de cómo se habían invertido los Fondos y sus resultados. Al mismo tiempo, se establecía la estrategia de inversión planificada para el siguiente lapso, luego de presentar un análisis pormenorizado del ambiente financiero internacional desde el punto de vista de inversiones, rendimientos y sus riesgos.
Así se manejó el Fondo de Pensiones de los trabajadores de PDVSA, hasta que llegaron los responsables de su malversación, que desde el primer momento quisieron echarle el guante a ese dinero.
A la llegada de José Rojas, Jesús Villanueva, Antonio Rivero, Luis Marín y Luis Vielma a PDVSA, Acacio Rodríguez fue despedido de su cargo y relevado de sus funciones, a pesar de que los resultados obtenidos en su gestión fueron no sólo beneficiosos para los jubilados y empleados, sino que fortaleció e incrementó, de manera sólida y sostenida, el crecimiento del portafolio de inversión de PDVSA.
En su reemplazo se designó a un ejemplar vendido como “muy competente”, llamado Francisco Illaramendi, para que, desde Nueva York, no sólo se ocupara de esa menudencia llamada Fondos de Pensión, sino que atendiera toda la estructura financiera internacional de PDVSA. Los resultados de esta estrategia están mas que a la vista. El competente asesor Illaramendi está preso en los Estados Unidos y los Fondos de Pensiones están en pico e’ zamuro.
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