La comunidad universitaria de Venezuela, liderizada en esta oportunidad por la dirigencia estudiantil –electa popularmente- de todo el país, le dieron ayer una lección al Gobierno que intentó por todos los medios tumbar la marcha convocada.
Los huelguistas apostados en la sede del PNUD en Caracas, vivieron una noche de gran tensión el lunes para amanecer el martes. El Gobierno, había convocado a un debate que sería televisado en cadena nacional, entre estudiantes oficialistas y opositores. La estrategia clara y evidente, era distraer la actividad que apoyaba la acción de protesta que comenzó hace 20 días con apenas 3 estudiantes de la ULA que se declararon en huelga de hambre en la sede del PNUD en Caracas, y que ya ha recibido el apoyo de toda la comunidad universitaria nacional.
La recomendación de Tarek El Aissami, Ministro del Interior formado precisamente en la lucha estudiantil en la ULA, contra el Movimiento 13 al que pertenecen los estudiantes que originaron la huelga, fue quebrar la marcha intentando que se diera el debate, utilizando los mismos mecanismos que el propio Tarek usó para acabar con la huelga de la OEA evitando la marcha que se había convocado para el mismo día en que los jóvenes de JAVU decidieron suspender su protesta.
Pero ésta vez no les funcionó. La guerra de nervios, aderezada por las redes sociales, twitter, facebooks y mensajes de texto, en las que se aseguraba que Lorent Sayegh y Julio César Ribas, líderes de Javu, habían accedido a participar en el debate, se terminó cuando Sayegh lo negó con este mensaje: “Nada que ver…yo no me voy a meter en el tema estudiantil”. Ribas por su lado decidió mantener su posición en suspenso, pero eso fue derribado por un contundente comunicado que firmaron las autoridades estudiantiles a nivel nacional, aclarando que ayer martes lo que había era marcha y no debate, y puntualizando cuáles son sus condiciones para participar en un debate.
Durante todo el día lunes, el oficialismo se movió ágilmente pero sin éxito para lograr que se suspendiera la marcha. Comenzaron bien temprano cuando se encadenaron militantes del PSUV al Rectorado de la UCV que tuvieron que irse rápidamente por el rechazo que recibieron de la comunidad ucevista.
Luego, la Defensora del Pueblo, Gabriela Ramírez, se presentó al lugar donde se encuentran los huelguistas, intentando levantar la marcha. Se fue con las tablas en la cabeza.
Durante todo el día lunes se desarrolló una campaña de rumores desde el Ministerio del Interior tendentes a inmovilizar la marcha. Intentaron sin éxito dividir al movimiento estudiantil, con el objeto claro de romper la verticalidad de la protesta de los universitarios. Pero fallaron.
No faltó la estrategia típica de detener los autobuses que trasladaban a estudiantes del las universidades del interior del país. Hasta último momento los líderes estudiantiles fueron presionados para participar en el debate, pero se mantuvieron firmes en su posición de tomar la calle. Y lo hicieron. Casi simultáneamente a la salida de la marcha, las transmisiones libres fueron interrumpidas con una cadena nacional y apareció el periodista Ernesto Villegas, -quien fue despedido de VTV- con el logo de Televen a sus espaldas, moderando el debate al que no asistieron los estudiantes opositores, pues estaban en la calle, marchando. Villegas, sirvió para anunciar la intervención caletreada de cada uno de los estudiantes oficialistas, representantes por cierto de todos los candidatos del Gobierno que han perdido una tras otra todas las elecciones de autoridades estudiantiles en el país.
Los estudiantes oficialistas, alabaron a su Comandante Presidente, tartamudearon frente a las cámaras de Televen, dándole las gracias al Régimen por los favores recibidos, tratando de alargar los discursos para sostener una vergonzante cadena nacional. Mientras tanto, los dirigentes estudiantiles de la oposición –los estudiantes siempre han estado en la oposición- llenaban las calles de gente.
El Gobierno demostró ayer el miedo que le tiene a la calle y la comunidad universitaria puso en evidencia en cambio, su firmeza y capacidad de convocatoria. La preocupación del Gobierno a partir de ayer, es cómo hará en adelante para ahogar las protestas populares que apenas comienzan.
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