Un volcán situado en el suroeste de Japón arrojó el domingo cenizas y piedras hasta 4.000 metros de altitud, tras dos semanas de relativa calma, anunciaron las autoridades.
El volcán Shinmoedake, situado en la isla Kyushu y de 1.420 metros de altura, entró en actividad en enero pasado por vez primera en 52 años.
La reanudación de las erupciones se produce dos días después del sismo de 8,9 grados de magnitud y el maremoto que asolaron el viernes el nordeste del país. El Shinmoedake está situado a unos mil kilómetros de la zona afectada por el terremoto.
Las autoridades japonesas restringieron el acceso al Shinmoedake, situado en los montes de Kirishima, que tienen unos 20 volcanes.
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